Volar y conducir: ¿se puede viajar de manera más sostenible?

Veamos esto con más detalle :

Emisiones de carbono procedentes de los vuelos

Más de 4 mil millones de pasajeros toman un avión cada año , a menudo sobrevolando largas distancias. Teniendo en cuenta que para vuelos domésticos, se emiten 133 g de CO₂ por pasajero por kilómetro, esto da un total de 0,9 GtCO₂ al año . ¡Esto corresponde al 2,4% de las emisiones globales de CO₂ !

Otras emisiones procedentes de los aviones

Ir en avión no solo emite CO₂. De hecho, más de la mitad de su impacto climático proviene de otras emisiones .

Las estelas de condensación son las marcas que se ven detrás de los aviones. Están hechas de vapor de agua condensada, el cual es liberado de las aeronaves a gran altitud . El vapor de agua se congela al instante y forma cristales de hielo, que luego producen nubes cirrus inducidas por las estelas de condensación . Estas nubes pueden atrapar el calor de la tierra, lo que causa un efecto de calentamiento .

Los aviones también emiten NOx, un gas que contribuye al cambio climático formando ozono, un gas de efecto invernadero . Sin embargo, existe cierto desacuerdo sobre la magnitud del efecto que tiene el NOx, ya que este también destruye el metano, otro gas de efecto invernadero . Aun así, si la acumulación de ozono supera la eliminación del metano, habrá un efecto de calentamiento neto .

¿Cómo podemos reducir el impacto medioambiental de los vuelos?

Para algunos viajes, existen alternativas para volar. Por ejemplo, tomar un ferri emite 18 g de CO₂eq por km y pasajero. ¡Compara esto con los 255 g de CO₂eq liberados por pasajero y kilómetro en un vuelo nacional !

Sin embargo, cuando estas alternativas no están disponibles, volar en clase turista es la siguiente mejor opción. Volar en clase business produce entre 2 y 3 veces más de CO₂ que en clase turista, y volar en primera clase produce ¡entre 2 y 3 veces más CO₂ que en clase business! Esto se debe a que los asientos premium ocupan más espacio .

Compensación de carbono

A veces tomar un vuelo es inevitable. ¿Qué se puede hacer para reducir el impacto de estos vuelos?

Al pagar un poco extra cuando vuelas, se puede dar dinero para apoyar proyectos que absorban una cantidad equivalente de CO₂ a la generada en tu viaje . Esto se llama compensación de carbono. Los proyectos apoyados por la compensación de carbono incluyen la reforestación  o la compra de energía que no libera carbono .

Si se realiza bien, la compensación causa una reducción neta de las emisiones, así que puede que valga la pena considerarlo cuando un vuelo sea inevitable . Desde 2005, estos proyectos han ayudado a reducir, secuestrar o evitar más de 437,1 MtCO₂eq .

Dicho esto, la mejor manera de reducir las emisiones es hacerlo directamente, en lugar de depender de la compensación del carbono . Además, es crucial examinar críticamente cuánto carbono elimina realmente un programa específico de compensación de carbono, ya que algunos son más efectivos que otros . Esto se puede hacer comprobando si tienen las certificaciones adecuadas que hayan sido verificadas por organizaciones no gubernamentales medioambientales .

Emisiones procedentes de automóviles

En la UE, el transporte por carretera (que incluye los automóviles, los camiones y los autobuses) ¡representa el 72% de todas las emisiones del transporte! 

Una forma fácil de reducir tu huella de carbono es compartiendo trayectos con otras personas que vayan al mismo lugar .

Sin embargo, si tienes la opción, la mejor alternativa es tomar el transporte público siempre que sea posible .

¿Deberías comprar un automóvil eléctrico?

Los automóviles eléctricos almacenan electricidad en una batería, que se utiliza para alimentar un motor eléctrico que impulsa el coche hacia adelante. Esto es diferente de los automóviles normales, que dependen de la quema de combustibles fósiles .

La electricidad todavía se genera quemando combustibles fósiles en muchos casos , y la producción de baterías crea 56-494 kg de CO₂ por kilovatio hora de capacidad de batería .

Cuando se comparan los vehículos eléctricos con los vehículos de gasolina tradicionales, los eléctricos siguen produciendo menos emisiones durante su tiempo de vida .

Incluso en Estados Unidos, donde el 84,3% de la energía es producida por combustibles fósiles , las emisiones de carbono de los vehículos eléctricos son cerca del 50% de las producidas por los vehículos de gasolina .

La tecnología de las baterías sigue mejorando a un ritmo asombroso y las innovaciones futuras reducirán las emisiones de carbono necesarias para producirlas . A medida que los países implementan fuentes de electricidad libres de carbono, los automóviles eléctricos se convertirán en una opción aún mejor para reducir nuestras huellas de carbono (ver curso de Energía para más información).

Dicho esto, los vehículos eléctricos siguen causando los mismos problemas asociados a todos los vehículos: tráfico y accidentes de carretera .

Además, los automóviles liberan partículas llamadas PM₂.₅, que causan contaminación atmosférica en las ciudades . La mayoría de estas no se liberan por el tubo de escape, sino que se producen de la fricción en los frenos y los neumáticos. Esto significa que se producen en cualquier tipo de automóvil, convencionales y eléctricos .

Conclusión

En nuestro mundo cada vez más interconectado, los viajes han generado un crecimiento social y económico . Sin embargo, los viajes siguen siendo una importante fuente de emisiones de carbono. La electrificación de automóviles, camiones y autobuses , junto con el despliegue de la energía sostenible, reducirán significativamente estas emisiones . Mientras tanto, podemos desempeñar un papel en la reducción de nuestras emisiones si todos limitamos nuestros viajes y escogemos opciones de transporte que dejen una menor huella de carbono .

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https://climatescience.org/es/advanced-flying-driving/

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